Politicas de derechos de autor para las páginas web
Los derechos de autor son los derechos que tienen los creadores sobre sus obras.
Por el simple hecho de crear eres el titular de estos derechos, te protege la ley y no necesitas registrar tu obra en ningún sitio ni hacer trámite alguno para disfrutar de ellos.
Los derechos de autor incluyen:
Derechos patrimoniales
Que permiten al autor de la obra obtener compensación económica cuando otros la utilicen.
Su vigencia varía según los países y diferentes legislaciones pero dura de media toda la vida del autor más unos 70 años.
Derechos morales
Que protegen los intereses no financieros del autor.
Estos derechos se enuncian en 4 aspectos:
El autor de una obra podrá decidir si ésta puede ser divulgada y en qué forma,
Podrá determinar si quiere ser mencionado, utilizar un seudónimo o si prefiere permanecer en el anonimato cuando su obra se divulgue.
Tiene derecho a exigir el reconocimiento de su autoría.
Y a exigir que se respete la integridad de la obra, impidiendo cualquier modificación o alteración de la misma que vaya contra sus intereses.
Internet favorece por definición la difusión de contenidos y esta es una de sus grandes ventajas: la facilidad que nos da la web para conseguir toneladas de recursos en respuesta a cualquier búsqueda supone un gran avance.
¿Qué derechos tengo como autor en Internet?
Exactamente los mismos que en el mundo off-line, pero los derechos de autor en Internet son más difíciles de demostrar y defender.
Como medida preventiva, puedes registrar la propiedad intelectual de tus obras.
Es voluntario y no te aporta ningún derecho adicional, pero te será de gran ayuda en el caso de que necesites demostrar ante la ley que eres el autor de un contenido determinado.
La contrapartida es la facilidad para el plagio o robo de contenidos y otras vulneraciones de los derechos de autor.
Para tratar en profundidad el tema de los derechos de autor en internet, es necesario observar la situación desde dos perspectivas:
Por una parte están tus derechos de autor sobre el contenido que creas. No solamente los posts de tu blog, sino también los textos e imágenes que creas y compartes en redes sociales.
Por otra parte, están tus obligaciones como usuario de contenidos ajenos: imágenes, textos y vídeos que utilizas como inspiración, que compartes en tu web o en tus redes sociales
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